sábado, 9 de abril de 2016

Retrospectivo

Todavía no entiendo qué hiciste conmigo, porqué te sigo extrañando, porqué no puedo soltarte. Quizá, y es lo único que se me ocurre, es porque me hiciste muy feliz. Pero muy feliz. Tan feliz que sostengo que ninguna persona me va a hacer tan feliz cómo lo hiciste vos, espero estar equivocada, pero hoy pienso eso. No sé si agradecerte o maldecirte. No sé qué hacer con vos y con esto que me pasa. Y vos no haces nada, vos no hiciste nada. Sólo te cruzaste en mi vida y me la cambiaste por completo, para siempre. Igual no hay que confundir, no estoy enamorada de vos, quédate tranquilo.
 Pero te quiero, te quiero tanto, te quiero como a muy pocas personas quiero, te quiero como fuiste y como sos, te quiero a la mañana, a la tarde y a la noche, te quiero gracioso y enojado, te quiero espontáneamente, te quiero porque te quiero. Aunque me gustaría no quererte, me gustaría no extrañarte, me gustaría soltarte. Ya sé, “pasó mucho tiempo Florencia, no jodas”, claro que lo sé, claro que pasó mucho tiempo, ¿quién más que yo para saberlo?, soy consciente de eso y lo acepto. Pero cuando te dan vuelta el mundo, cuando sólo sos feliz y lo demás y los demás no importan, cuando vas caminando al lado de alguien, cuesta. Cuesta la soledad, cuesta acostumbrarse, cuesta no entrelazar la mano con alguien y sentirse la persona más segura y protegida del universo.
 Gracias a vos conocí la felicidad, la importancia de cosas inimaginables, aprendí a reírme mucho, mucho más de lo que habitualmente me reía, aprendí a ser solidaria y a preocuparme más por mí, aprendí muchas canciones de cumbia y reggaeton, aprendí a quedarme callada mirando series aburridísimas (o lo intenté), aprendí marcas de botines, de guantes y de ropa de fútbol, aprendí qué es el off-side y cuándo es penal.
Era magia escucharte cantar, era magia verte tocar la guitarra, era magia que hables inglés a la perfección, era magia que me sonrías, que se te hagan hoyuelos y que te brillen los ojos. Era magia planear cosas juntos, era magia cocinar con vos, era magia la siestita en el living. Era magia estar con vos.
 Fuimos compañeros, fuimos amigos, fuimos cómplices, fuimos enamorados, fuimos lo que nos juramos,  fuimos tantas cosas que al final de cuenta no pudimos dar. Fuimos felices, supongo, al menos yo lo fui. Pero fuimos. Cómo odio los verbos en pasado.

1 comentario: